Es evidente que nuestros pensamientos influyen positiva o negativamente en nuestra actitud ante la vida, por lo tanto nos condicionan a la hora de tomar decisiones haciendo caso de creencias que nos limitan, o que nos abren las puertas a una vida más sana, generando en nosotros un crecimiento más enriquecedor, y más en consonancia con nuestro espíritu.
No somos nuestros pensamientos, así como no somos nuestras emociones. Podemos cambiar nuestras creencias si éstas no nos aportan salud y bienestar. De eso habla Bruce Lipton en esta entrevista.
(Entrevista actualizada 10/11/2015 compartida de la contra de La Vanguardia)